Cherán es un municipio indígena ubicado políticamente en el centro de Michoacán de Ocampo (estado mexicano que cuenta con 113 municipios en total), y geográficamente en la región de la Meseta Purépecha, denominación que hace alusión al pueblo originario que reside allí, Purépecha. La población en 2010 fue de 18.300 habitantes, de los cuales 14.300 se nucleaban en la localidad cabecera.
Hasta hace poco, la población sufría de una incontrolable violencia civil y desprotección institucional, saqueos producidos por gente relacionada con el narcotráfico que arribaba al lugar atraído por los recursos naturales, y emigración de cientos de personas que abandonaban su parcela de tierra y su vivienda, por búsqueda de una vida mejor en la ciudad, por miedo o por el despojo sufrido a manos de la desidia estatal o de grandes terratenientes; el índice de homicidios era de uno por semana, se registraba un permanente robo de ganado, desaparición forzada de mujeres por acción de las redes de trata y, particularmente, lo que más afectaba a la región era la tala indiscriminada e ilegal de árboles que las forestales y leñadores forasteros llevaban adelante sin ningún impedimento.
Desde fines de 2011 la realidad cambió para siempre. Los males que castigaban a Cherán se erradicaron para comenzar a gestar allí una alternativa que no necesitó de grandes mentes intelectuales que desarrollaran una teoría emancipadora, sino de la voluntad de todos sus habitantes para defender sus bosques y vidas. En la comunidad indígena de Cherán hoy se respiran aires de libertad y autonomía, de autoorganización y de autodeterminación, que invitan a soñar en la concreta posibilidad de vivir en un mundo mejor.
Autodeterminación política
Durante el año 2010, los habitantes denunciaron
ininterrumpidamente la deforestación de los bosques, la llegada de grupos del
crimen organizado interesados en la riqueza natural del lugar, la introducción
de drogas al municipio, la usurpación de sus tierras, el extravío de animales y
la trata de personas. Al mismo tiempo, solicitaron apoyo incondicional al
gobierno municipal (en manos del PRI), al estatal de Michoacán (a
cargo del PRD) y al Estado nacional de México (entonces gobernado por el PAN),
quienes prometieron investigar los delitos denunciados, pero las soluciones
jamás llegaron. Los reclamos habían sido desoídos y el pueblo pobre una vez más subestimado por la trilogía del poder 'PRI-PRD-PAN', que es responsable de muchos males que afectaron y afectan a México.
Fue la inseguridad y la falta de interés de la clase
política por evitar la tala ilegal de los bosques (se estima que el 70% de
los bosques de robles había sido talado por leñadores forasteros, quienes eran protegidos por el crimen
organizado) el motor de la autoorganización del pueblo purépecha. Fue entonces que los
vecinos decidieron organizarse para proteger sus bienes, su tierra, bosques y
los animales de su fauna. El 15 de abril de 2011 se establecieron barricadas en las entradas al
municipio para impedir la entrada de camiones de las forestales y el pueblo,
liderado por un grupo de mujeres, se organizó alrededor de fogatas en lo que
llamaron la ‘ronda comunitaria’, decretó la conformación de un “gobierno
constituido democráticamente”, basado en el uso tradicional de elección a mano
alzada. Como primera medida, y en repudio a la corrupción política, se expulsó
a los representantes del gobierno de Michoacán. Poco tiempo después se eligió al
Concejo Mayor en la plaza principal en una multitudinaria asamblea donde
participó casi la totalidad de gente. El Concejo se compuso por 12 concejeros
(tres por barrio) elegidos por mayoría, que no reciben un salario por su
función, ya que es un servicio a la comunidad. Paralelamente, cada uno de los
cuatro barrios de la localidad de Cherán eligió un Juez Menor para que éste
cumpla el rol de dictaminar en primera instancia sobre los mandatos en el
Concejo. El Juez Menor se encarga básicamente de transmitirle al Concejo Mayor
todos los reclamos y las propuestas que surjan en la población cheranense.
La elección a mano alzada de los representantes fue sucedido
por el rechazo a la participación en las elecciones de la democracia
parlamentaria que proponía el Estado desde el Distrito Federal. El 13 de noviembre de
2011 el pueblo de Cherán debía elegir mediante el voto universal, secreto y bajo las condiciones
impuestas por el Tribunal Electoral mexicano, a los integrantes de su
Ayuntamiento. Sin embargo, la presión ciudadana-indígena logró la cancelación
del sufragio electoral impidiendo así la participación de los partidos políticos,
lo que permitió a su vez emplear la democracia directa para formar su propio
Ayuntamiento en base a los “Usos y costumbres” purépechas. El 30 de noviembre
el Congreso de Michoacán confirmó al Concejo Mayor -de carácter municipal- previamente
votado en asambleas; y fue formalizado por el Tribunal Electoral tras la consulta
popular realizada el 18 de diciembre de aquel año, por la que la mayoría de los
habitantes optó por el autogobierno. Desde entonces, se nombra periódicamente
un Consejo de K'eris (“mayores” en la lengua p’urhépecha) de manera autónoma,
sin mediar elecciones, y al margen del sistema de partidos.
El pueblo cheranense comenzó a autogobernarse cuando decidió manifestarse en contra del circo electoral. |
Autodefensa comunitaria
Tras la independización del sistema político mexicano, Cherán se constituyó como una localidad autónoma del gobierno convencional. Luego de la formación del Concejo Mayor, se decidió por asambleas la disolución de los partidos políticos con el firme argumento de que "eran organizaciones que sólo servían para dividir al pueblo y respondían al poder central del DF", y se apuntó a erradicar completamente la violencia en toda la región. Para esto último, se suprimió a la fuerza policial local y se llevó a la práctica el sistema de autodefensa comunitaria tras la conformación de una policía comunal compuesta por “brigadas de seguridad”.
En este punto vale hacer mención a la influencia del zapatismo en la comunidad indígena de Cherán. El sistema de autodefensa comunitaria ya había sido practicado por el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional en Chiapas durante la segunda mitad de la década de 1990. Es por eso que la influencia zapatista en Cherán fue, es y será determinante, de hecho, cheranenses afirman que se inspiraron en las autodefensas zapatistas. El 3 de marzo del 2001, el subcomandante Marcos junto a una delegación del EZLN visitó a ésta comunidad. Luego de escuchar las quejas de los indígenas basadas en la indiferencia gubernamental para solucionar el problema de los saqueos, los robos, la tala ilegal de árboles o la quita de tierras, el Subcomandante les aconsejó la creación de una policía comunal en base a sus usos y costumbres. Es hoy en día que se puede comprobar que el consejo fue contemplado perfectamente y con éxito.
Los autodefensas (una fuerza que constó al principio de 75 “policías comunitarios” en Cherán y 27 en Ostula) tenían a su disposición tan sólo carabinas de chispa, algunas armas de grueso calibre usada por la desintegrada policía, machetes y palos porque su objetivo no era reprimir, criminalizar o asesinar campesinos u otros indígenas, sino que se prestaron (y siguen haciéndolos, lógicamente) para proteger a la comunidad de los carteles de droga y los terratenientes, para enfrentar al aparato represivo del Estado mexicano si éste pretendía desmantelar el sistema alternativo de vida, para evitar la deforestación ilegal y la intromisión de los partidos políticos.
Hoy los autodefensas poseen un equipamiento mucho más preparado para combatir a raíz de los ataques que con frecuencia realizan las mafias del crimen organizado para atemorizar a la población. Sin ir más lejos, durante primer año de autogobierno (entre 2011 y 2012) el número de comuneros asesinados ascendió a 16. Por este motivo, y para evitar el ingreso de nuevos sicarios, se controlan estrictamente todas las vías de comunicación con la localidad y hasta se ha prohibido el uso de vidrios polarizados en los autos.
Congregación para despedir los cuerpos de dos comuneros de Cherán asesinados por el crimen organizado en 2012.
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Cherán ha sido un ejemplo a seguir para la
libertad, autonomía y defensa de la tierra en otras comunidades michoacanas
como Opopeo o Santa Clara del Cobre y una fuente de inspiración
para la organización de los indígenas de San Luis Acatlan de Guerrero.
La identidad de esta comunidad indígena, entre otros
baluartes, reside en sus bosques, es por eso que sus hombres, ancianos, mujeres
y hasta jóvenes adolescentes han participado en la defensa de sus tierras. Tenían
27.000 hectáreas de bosque virgen hasta no hace muchas décadas, pero el accionar
ilícito de las forestales casi lo destruye por completo. Cuando los indígenas
recuperan el control sobre los terrenos hace cuatro años, habían quedado apenas
7000 hectáreas. No obstante, mediante una iniciativa comunitaria plasmada en un arduo trabajo
en el vivero de Cherán, se logró reforestar con pinos y robles cerca de 1500
hectáreas.Sin la tierra no podrían ser felices, porque de ella depende la vida. Según postean en su blog (en el cual podemos visualizar fotos, videos e información actualizada de la comunidad), por las noches junto a la fogata, mientras hacen guardia en las calles, las mujeres cantan: “Yo he vivido, pero ¿qué le vamos a dar a nuestros hijos? Ellos no tendrán ni un leño como los que estamos quemando”.
Blog de la comunidad de Cherán: http://michoacancheran.blogspot.com.ar/