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jueves, 13 de agosto de 2015

Comunidad de Cherán: Autogobierno y autodefensa comunitaria





   Cherán es un municipio indígena ubicado políticamente en el centro de Michoacán de Ocampo (estado mexicano que cuenta con 113 municipios en total), y geográficamente en la región de la Meseta Purépecha, denominación que hace alusión al pueblo originario que reside allí, Purépecha. La población en 2010 fue de 18.300 habitantes, de los cuales 14.300 se nucleaban en la localidad cabecera.

   Hasta hace poco, la población sufría de una incontrolable violencia civil y desprotección institucional, saqueos producidos por gente relacionada con el narcotráfico que arribaba al lugar atraído por los recursos naturales, y emigración de cientos de personas que abandonaban su parcela de tierra y su vivienda, por búsqueda de una vida mejor en la ciudad, por miedo o por el despojo sufrido a manos de la desidia estatal o de grandes terratenientes; el índice de homicidios era de uno por semana, se registraba un permanente robo de ganado, desaparición forzada de mujeres por acción de las redes de trata y, particularmente, lo que más afectaba a la región era la tala indiscriminada e ilegal de árboles que las forestales y leñadores forasteros llevaban adelante sin ningún impedimento.

   Desde fines de 2011 la realidad cambió para siempre. Los males que castigaban a Cherán se erradicaron para comenzar a gestar allí una alternativa que no necesitó de grandes mentes intelectuales que desarrollaran una teoría emancipadora, sino de la voluntad de todos sus habitantes para defender sus bosques y vidas. En la comunidad indígena de Cherán hoy se respiran aires de libertad y autonomía, de autoorganización y de autodeterminación, que invitan a soñar en la concreta posibilidad de vivir en un mundo mejor.






Autodeterminación política


   Durante el año 2010, los habitantes denunciaron ininterrumpidamente la deforestación de los bosques, la llegada de grupos del crimen organizado interesados en la riqueza natural del lugar, la introducción de drogas al municipio, la usurpación de sus tierras, el extravío de animales y la trata de personas. Al mismo tiempo, solicitaron apoyo incondicional al gobierno municipal (en manos del PRI), al estatal de Michoacán (a cargo del PRD) y al Estado nacional de México (entonces gobernado por el PAN), quienes prometieron investigar los delitos denunciados, pero las soluciones jamás llegaron. Los reclamos habían sido desoídos y el pueblo pobre una vez más subestimado por la trilogía del poder 'PRI-PRD-PAN', que es responsable de muchos males que afectaron y afectan a México.
   Fue la inseguridad y la falta de interés de la clase política por evitar la tala ilegal de los bosques (se estima que el 70% de los bosques de robles había sido talado por leñadores forasteros, quienes eran protegidos por el crimen organizado) el motor de la autoorganización del pueblo purépecha. Fue entonces que los vecinos decidieron organizarse para proteger sus bienes, su tierra, bosques y los animales de su fauna. El 15 de abril de 2011 se establecieron barricadas en las entradas al municipio para impedir la entrada de camiones de las forestales y el pueblo, liderado por un grupo de mujeres, se organizó alrededor de fogatas en lo que llamaron la ‘ronda comunitaria’, decretó la conformación de un “gobierno constituido democráticamente”, basado en el uso tradicional de elección a mano alzada. Como primera medida, y en repudio a la corrupción política, se expulsó a los representantes del gobierno de Michoacán. Poco tiempo después se eligió al Concejo Mayor en la plaza principal en una multitudinaria asamblea donde participó casi la totalidad de gente. El Concejo se compuso por 12 concejeros (tres por barrio) elegidos por mayoría, que no reciben un salario por su función, ya que es un servicio a la comunidad. Paralelamente, cada uno de los cuatro barrios de la localidad de Cherán eligió un Juez Menor para que éste cumpla el rol de dictaminar en primera instancia sobre los mandatos en el Concejo. El Juez Menor se encarga básicamente de transmitirle al Concejo Mayor todos los reclamos y las propuestas que surjan en la población cheranense.

   La elección a mano alzada de los representantes fue sucedido por el rechazo a la participación en las elecciones de la democracia parlamentaria que proponía el Estado desde el Distrito Federal. El 13 de noviembre de 2011 el pueblo de Cherán debía elegir mediante el voto universal, secreto y bajo las condiciones impuestas por el Tribunal Electoral mexicano, a los integrantes de su Ayuntamiento. Sin embargo, la presión ciudadana-indígena logró la cancelación del sufragio electoral impidiendo así la participación de los partidos políticos, lo que permitió a su vez emplear la democracia directa para formar su propio Ayuntamiento en base a los “Usos y costumbres” purépechas. El 30 de noviembre el Congreso de Michoacán confirmó al Concejo Mayor -de carácter municipal- previamente votado en asambleas; y fue formalizado por el Tribunal Electoral tras la consulta popular realizada el 18 de diciembre de aquel año, por la que la mayoría de los habitantes optó por el autogobierno. Desde entonces, se nombra periódicamente un Consejo de K'eris (“mayores” en la lengua p’urhépecha) de manera autónoma, sin mediar elecciones, y al margen del sistema de partidos.

El pueblo cheranense comenzó a autogobernarse cuando decidió manifestarse en contra del circo electoral.



Autodefensa comunitaria


   Tras la independización del sistema político mexicano, Cherán se constituyó como una localidad autónoma del gobierno convencional. Luego de la formación del Concejo Mayor, se decidió por asambleas la disolución de los partidos políticos con el firme argumento de que "eran organizaciones que sólo servían para dividir al pueblo y respondían al poder central del DF", y se apuntó a erradicar completamente la violencia en toda la región. Para esto último, se suprimió a la fuerza policial local y se llevó a la práctica el sistema de autodefensa comunitaria tras la conformación de una policía comunal compuesta por “brigadas de seguridad”.

   En este punto vale hacer mención a la influencia del zapatismo en la comunidad indígena de Cherán. El sistema de autodefensa comunitaria ya había sido practicado por el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional en Chiapas durante la segunda mitad de la década de 1990. Es por eso que la influencia zapatista en Cherán fue, es y será determinante, de hecho, cheranenses afirman que se inspiraron en las autodefensas zapatistas. El 3 de marzo del 2001, el subcomandante Marcos junto a una delegación del EZLN visitó a ésta comunidad. Luego de escuchar las quejas de los indígenas basadas en la indiferencia gubernamental para solucionar el problema de los saqueos, los robos, la tala ilegal de árboles o la quita de tierras, el Subcomandante les aconsejó la creación de una policía comunal en base a sus usos y costumbres. Es hoy en día que se puede comprobar que el consejo fue contemplado perfectamente y con éxito.

   Los autodefensas (una fuerza que constó al principio de 75 “policías comunitarios” en Cherán y 27 en Ostula) tenían a su disposición tan sólo carabinas de chispa, algunas armas de grueso calibre usada por la desintegrada policía, machetes y palos porque su objetivo no era reprimir, criminalizar o asesinar campesinos u otros indígenas, sino que se prestaron (y siguen haciéndolos, lógicamente) para proteger a la comunidad de los carteles de droga y los terratenientes, para enfrentar al aparato represivo del Estado mexicano si éste pretendía desmantelar el sistema alternativo de vida, para evitar la deforestación ilegal y la intromisión de los partidos políticos.

   Hoy los autodefensas poseen un equipamiento mucho más preparado para combatir a raíz de los ataques que con frecuencia realizan las mafias del crimen organizado para atemorizar a la población. Sin ir más lejos, durante primer año de autogobierno (entre 2011 y 2012) el número de comuneros asesinados ascendió a 16. Por este motivo, y para evitar el ingreso de nuevos sicarios, se controlan estrictamente todas las vías de comunicación con la localidad y hasta se ha prohibido el uso de vidrios polarizados en los autos.


Congregación para despedir los cuerpos de dos comuneros de Cherán asesinados por el crimen organizado en 2012.




   Cherán ha sido un ejemplo a seguir para la libertad, autonomía y defensa de la tierra en otras comunidades michoacanas como Opopeo o Santa Clara del Cobre y una fuente de inspiración para la organización de los indígenas de San Luis Acatlan de Guerrero.
   La identidad de esta comunidad indígena, entre otros baluartes, reside en sus bosques, es por eso que sus hombres, ancianos, mujeres y hasta jóvenes adolescentes han participado en la defensa de sus tierras. Tenían 27.000 hectáreas de bosque virgen hasta no hace muchas décadas, pero el accionar ilícito de las forestales casi lo destruye por completo. Cuando los indígenas recuperan el control sobre los terrenos hace cuatro años, habían quedado apenas 7000 hectáreas. No obstante, mediante una iniciativa comunitaria plasmada en un arduo trabajo en el vivero de Cherán, se logró reforestar con pinos y robles cerca de 1500 hectáreas.

   Sin la tierra no podrían ser felices, porque de ella depende la vida. Según postean en su blog (en el cual podemos visualizar fotos, videos e información actualizada de la comunidad), por las noches junto a la fogata, mientras hacen guardia en las calles, las mujeres cantan: “Yo he vivido, pero ¿qué le vamos a dar a nuestros hijos? Ellos no tendrán ni un leño como los que estamos quemando”.




 
Blog de la comunidad de Cherán:  http://michoacancheran.blogspot.com.ar/ 

martes, 24 de febrero de 2015

Ley de hierro de las oligarquías: La burocratización como destino de todos los partidos políticos



   Un partido político, por definición, es un conjunto de personas que se organiza bajo un nombre registrado de referencia, que presenta candidatos en las elecciones democráticas, y cuyo objetivo es obtener la mayor cantidad de votos para gobernar un municipio, provincia o país.

    Estos aspirantes, competidores por el poder político, poseen un destino en común. La historia lo ha demostrado así, y la situación actual lo reafirma.







   Robert Michels, sociólogo y politólogo alemán, y alumno de Max Weber, en el año 1911 desarrolló una teoría contrastable sobre las organizaciones que buscan llegar al poder político, luego denominada “ley de hierro de las oligarquías”. La misma planteaba que todo partido político, independientemente de su posición en el espectro ideológico, sea ésta de izquierda, derecha o cualquiera de sus variantes, terminaría con una dirección oligarquizada que practicara un elitismo tecnocrático en cuanto al profesionalismo político; en otras palabras, terminaría burocratizándose.

   Al principio, cuando la organización es pequeña en número de militantes, los integrantes recurren a debates o métodos de democracia abierta, sin escalas internas. Sin embargo, a medida que se van integrando más simpatizantes a la organización política, los “líderes” dejan de guiarse por la voluntad colectiva, volviéndose conservadores. Transitan la conocida “pérdida de ideales” y el sentido revolucionario de los comienzos, deviniendo en la búsqueda de incremento de sus poderes personales.

   No obstante, su tesis no sólo se basa en el liderazgo de la élite por sobre las masas para aumentar el poder de aquella. Michels sostenía que el pensamiento propio de la mayoría se inclinaba por la necesidad de construir un líder o élite fuerte, profesionalizada y capaz de decidir rápidamente por sobre el resto.

   Al mismo tiempo, para Michels esta tendencia de funcionamiento no sólo se trataría de un problema de partidos políticos, sino que la “ley de hierro de las oligarquías” afectaba en aquellos tiempos, afecta en la actualidad y afectaría en el futuro a toda organización de masas, como por ejemplos, los sindicatos, el ejército, la iglesia o el mismísimo Estado nacional de cada país. Donde existan dirigentes, existirán dirigidos.
 
Todo partido político agrega adeptos para subordinarlos a su programa.



   “La evolución democrática de los partidos tiene un curso parabólico: con el avance de la organización, la democracia tiende a declinar a medida que la influencia de los líderes aumenta (…) Con la institución del liderazgo comienza, como consecuencia de lo prolongado de la función, la transformación de los líderes en una casta cerrada.” (…) “Cuando en una organización la oligarquía ha alcanzado un estado avanzado de desarrollo, los líderes comienzan a identificar con su persona, no sólo las instituciones partidarias, sino también la propiedad del partido. Este fenómeno es común tanto en el partido como en el Estado.” (Robert Michels, "Partidos políticos" 1911).



"La ley de hierro de las oligarquías", comprobable en democracia y oligarquía

   La oligarquía es la antítesis de la democracia republicana que actualmente nos rige, basada la última, en el principio de la soberanía popular, la división de poderes y la alternancia pacífica (elecciones democráticas) en el ejercicio del poder. Estos tres conceptos son los que diferencian a ambos sistemas políticos.
De esta manera queda en evidencia lógica que son distintos. Pero, ¿Qué tienen en común las élites de cada uno de ellos?

   En la oligarquía, las decisiones descienden desde el etnocentrismo, idea y dirección de un líder supremo o élite gobernadora, incuestionable y muchas veces, fundadora del régimen. Ésta concentra grandes capitales, maneja medios de información, empresas nacionales. Existe una total centralización de poder

   En la democracia gobierna la casta burocrática del partido político ganador de las elecciones, quien decide la aprobación, o no, de leyes que afectarán o beneficiarán a millones de personas, quedando éstas en total situación de dependencia de la decisión de la burocracia (tal cual ocurre en un régimen oligárquico). También se desarrolla una centralización masiva del poder. Además, el presidente posee capacidad de vetar (como el líder oligárquico), mientras los parlamentarios gozan de fueros especiales y sueldos muchas veces mayor al de un trabajador. Esta élite se enriquece de la riqueza de la nación, maneja medios oficialistas de información y empresas nacionales.

   La corrupción, la arrogancia y el fraude, invaden ambos estratos.


 
Las élites mantienen verticalidad entre los militantes

   Retomando la situación de los partidos políticos, la realidad es que éstos funcionan en base a su objetivo universal, más allá de que sus militantes o líderes traten de tergiversarlo para ganar adeptos. Lo brillante de esta tesis, pensada hace más de un siglo por Michels, es su aplicación a lo que sucede en la actualidad.

   Los pueblos deben darse cuenta de esto. La solución a los problemas que el Capitalismo ha generado, nacerá de la autoorganización de las masas, por libre asociación y en acción directa. No deben existir mediadores entre los que “están arriba” y los que “están abajo”; los cuales serían inútiles porque al desarrollarse la acción directa, no existirían ni líderes ni seguidores.

   La horizontalidad es una capacidad viable, igualitaria y al alcance de los pueblos que necesitan liberarse.


Las organizaciones políticas están destinadas a la burocratización. La autoorganización del pueblo, a la liberación.




lunes, 16 de febrero de 2015

México: Entre la narcocracia y la autoorganización del pueblo

 
 
   El gobierno actual, con mayoría parlamentaria y conducción del Partido Revolucionario Institucional-PRI-, con buena presencia del Partido de la Revolución Democrática-PRD-, el Partido Acción Nacional-PAN- y el Partido Verde Ecologista de México-PVEM-; no es más que un rejunte de la burocracia que viene gobernando México desde el siglo XX.

   Los vínculos que el gobierno federal ha construido y mantenido con el crimen organizado y los cárteles de droga, corrompen a diario todos los estratos estatales, locales y regionales de gobierno. El Sistema Político Mexicano, en su totalidad, se encuentra inepto para satisfacer las demandas de la población.

   Actualmente viene floreciendo una “alternativa de izquierda” a cargo del Movimiento Regeneración Nacional-MORENA-, liderada por el ex candidato a presidente Andrés Manuel López Obrador (quien tiene vínculos directos con el ex alcalde de Iguala y máximo apuntado como responsable de la desaparición de los 43 normalistas, José Luis Abarca). Este partido político que nació allá por 2012 como un movimiento social, y que recién en julio de 2014 alcanzó el registro como partido político, cuenta con un programa de tendencia reformista para con las instituciones y de medidas que beneficiarían al pueblo, aunque no lograrían el cambio necesario.

   En este clima de descontento social, indignación, búsqueda de justicia y del inicio, posiblemente, de la transformación radical del sistema político por instituciones independientes más confiables y representativas de los derechos e intereses de las mayorías pobres, se abre el abanico de posibilidades, de entre las cuales el pueblo mexicano deberá optar por una.
 
Todos los partidos buscan lo mismo, llegar al poder político.
 

¿Partidos tradicionales, MORENA o la autoorganización?

 
   El hecho de optar por los partidos tradicionales o por el Movimiento Regeneración Nacional, permitirá la continuación del sistema de gobierno que ya muchos males le ha traído a la sociedad mexicana durante décadas. Todos los candidatos provienen de una casta burocratizada perteneciente al 1% más rico del mundo, y que de ninguna manera posee intenciones de cambio. 

   Ningún partido político logrará cambiar el rumbo de la historia. Ante ello, las clases bajas deben unirse. Las mayorías trabajadoras, los estudiantes y campesinos, deben aprehender las nutridas experiencias que brindan las cooperativas integrales de Chiapas; la comunidad de Charán -Michoacán-, la cual partió como una forma de autofedensa civil y que actualmente se rige bajo un Consejo Autónomo integrado por representantes de cada uno de los barrios que la conforman; y sobretodo de los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas -MAREZ-, donde es “el pueblo en rebeldía quien manda y el gobierno quien obedece”, como bien lo indica su eslogan.

   En ellos, es la autogestión y la autoorganización quienes conducen la cotidianeidad de la gente. Ningún político, sino asambleas generales son las que determinan estrategias económicas para el desarrollo o aprueban leyes para la sociedad. Es allí, donde el gobierno estatal se vuelve obsoleto, y se visualiza perfectamente la capacidad propia que tienen los pueblos de autogobernarse.
 
La sociedad no necesita financiar costosas elecciones y mantener a millonarios políticos.
 

Esperanzas en el horizonte

 
 
   Desde la desaparición de los 43 normalistas en Ayotzinapa -Guerrero-, en México se respira un aire distinto. El pueblo, cansado de los crímenes organizados, de los carteles de droga que dominan regiones enteras, y de la renombrada ineficacia de un aparato estatal seriamente deteriorado, comienza a desarrollar alternativas autogestoras, de autoorganización, autodefensa civil y hasta componiendo una estructura propia de gobierno al servicio de las necesidades del conjunto poblacional.
   Estos métodos se desarrollan en un ambiente de acción directa sin intermediadores, sin gobierno dependiente de los tradicionales partidos burocratizados, ni militares extranjeros en territorio soberano. Estos últimos, quienes son utilizados por las fuerzas imperialistas (caso Estados Unidos y su "Operativo Rápido y furioso") y por el narcogobierno de Enrique Peña Nieto como pretexto de lucha contra el narcotráfico, con el fin evidente de reprimir, desaparecer, incinerar y, así, terminar con la oposición a su régimen.
   Las protestas, que ya llevan meses a raíz del caso de Ayotzinapa, y que se abanderan con el pedido de la aparición con vida de los 43 humildes jóvenes, dejan en evidencia que las instituciones del Estado lejos de servir para resolver los problemas cotidianos de la población, se posicionan férreamente al servicio de la inteligencia extranjera y los intereses de las empresas privadas.
 
Los partidos políticos y las elecciones antidemocráticas sólo sirven para legitimar a un Estado inútil y corrupto.