jueves, 1 de octubre de 2015

El barrio libertario de Exarchia




Ubicación de Exarchia (triángulo rojo de la imagen) en un mapa de Atenas.

   Exarchia (proveniente del vocablo ‘Exarcheia’, a su vez traducido del griego Εξάρχεια) es el nombre de un barrio ubicado en el centro de Atenas -ciudad capital de Grecia-, perteneciente a la comarca de Ática. Exarchia limita al este con Kolonaki, y se encuentra delimitada por las calles Patission, Panepistimiou y la avenida Alexandras. Se encuentra detrás de la Academia de Atenas y de la Biblioteca Nacional, mientras aquí se ubican la histórica Universidad Técnica Nacional de Atenas y del monte Strefi, el Museo Arqueológico Nacional, el K-Vox, uno de los cines más antiguos de Grecia que está ocupado y autogestionado, y el edificio Antonopoulos, reconocido como el “Edificio Azul” por su color, quien es una construcción ejemplar de la arquitectura modernista de la posguerra.
 

 
 
Murales en una pared de Exarchia.
 
    En el centro del barrio se halla la Plaza Exarchia, que está rodeada de cafés, pubs, bares y tiendas de informática, las cuales se concentran principalmente sobre la calle Stournari, también conocida como “Silicon Valley griego”. En la plaza central se llevan al cabo las asambleas vecinales. Las calles del barrio son estrechas, abundan las papelerías, los centros sociales, las cooperativas, las clínicas gratuitas, las bibliotecas, espacios de arte, cafeterías y pequeñas librerías, embellecidas por las enredaderas del afuera, que poseen muchos libros sobre política, historia y filosofía. Además, en Exarchia se pueden ubicar varias tiendas de cómics, discografías, imprentas, comercios de alimentos y tiendas de comida vegana como es el caso del reconocido “Bamboo Vegan”.
 
 
 

   En el barrio libertario de Exarchia reside una buena parte de los estudiantes universitarios atenienses, por lo que es común encontrar en los ingresos al barrio una innumerable cantidad de paredes teñidas con pintadas reivindicativas, muchos grafitis (algunos considerados como verdaderas obras de arte) y murales, miles de carteles y pancartas que llaman a la agitación política y, por supuesto, un ferviente rechazo al Estado, a la policía y a la religión. La región de Exarcheia es mundialmente famosa por la presencia de una gran cantidad de anarquistas. Éstos suelen organizar conciertos, concentraciones o actos multitudinarios en plena calle con el fin de recaudar fondos para colaborar con los anarquistas que se encuentran en prisión por luchar.

   Son varios los edificios que fueron ocupados por la gente y hoy reconvertidos en bares, cafeterías o centros sociales, donde se suelen celebrar actos políticos o asambleas, y otros convertidos en refugios para las personas en situación de calle. Éstas tomas y puestas en funcionamiento de los edificios en desuso se llevan al cabo sin la autorización del gobierno estatal y sin efectuar el pago de impuestos. Otro espacio ocupado y autogestionado por los vecinos trata del parque Navarinu, que hasta 2009 sirvió de estacionamiento de coches pero que, por acción de la propia gente a falta de respuesta del gobierno local, se convirtió en un espacio de recreación con columpios, árboles, plantaciones y huertos comunitarios para el entretenimiento de niño, jóvenes y ancianos.
 
 
 

Historia

 

Exarchia en los años de sus comienzos (1870-1880)
 
   La creación del barrio libertario de Exarchia data de entre las décadas de 1870 y 1880. Su nombre se debe a la memoria de un comerciante llamado Exarchos (del griego Έξαρχος), quien abrió un almacén general allí. En su honor se llamó Exarchia.
 
   Históricamente ha sido un lugar habitado por intelectuales universitarios de la política, activistas, y gente concientizada sobre las problemáticas socioeconómicas, motivo principal por el que ha desempañado un rol importante en el devenir de la vida social y política de Grecia.

 
 
 
 
 
   A partir de la década de 1920, Exarchia comienza a politizarse como consecuencia directa del poblamiento que le siguió a la construcción de grandes edificios de viviendas (cuyos departamentos eran alquilados preferentemente por profesores y estudiantes) alrededor de la ‘Politeknio’, como popularmente se conoce a la Universidad Politécnica de Atenas.

   Durante las siguientes décadas el lugar se fue politizando aún más a tal punto de que en noviembre del año 1973, durante la dictadura militar de la ‘Junta de los Corones’, se desarrolló el hecho histórico denominado "el levantamiento de la Politeknio", en el que cientos de estudiantes se amotinaron en la Universidad Politécnica exigiendo el fin de la dictadura. La respuesta de la dictadura a este amotinamiento estudiantil fue la entrada de tanques del ejército y militares represores al campus, produciendo una masacre -se estima que el ejército griego asesinó a 50 personas-. Este levantamiento se conmemora actualmente en Exarchia, mientras que la Universidad Politécnica exhibe en su entrada la antigua puerta de hierro del recinto universitario que fue destrozada por un tanque.

   En 1990 “okupas” tomaron ilegalmente el caserón centenario de Villa Amalia para usarlo de refugio, y durante las siguientes dos décadas el gobierno no presentó voluntad alguna para recuperar el edificio. No obstante, en diciembre de 2012, policías y unidades antidisturbios intentaron desalojar a los residentes del hogar, aunque un centenar de anarquistas logró retener el inmueble de Villa Amalia tras atacar con cócteles molotov a los uniformados. Sin embargo, al poco tiempo la policía volvió con refuerzos, y el resultado de la confrontación fue de 92 detenidos. Por este hecho, se iniciaron masivas protestas a lo largo de Grecia contra el desalojo y expresando el apoyo a los arrestados, y es hasta el día de hoy que se pueden ver pintadas y pancartas en Atenas con referencia al conflicto. Cabe decir que éste aun no cesó, y por eso de manera permanente es el epicentro de reñidas entre la policía y anarquistas.

   Para el año 2005, en el mes de septiembre, comienza a funcionar “Nosotros”, el primer centro social autogestionado de Exarchia. Es un café donde, paralelamente al bar que atiende por turnos y genera beneficios económicos que sirven para pagar el alquiler del local, se brindan clases gratuitas de idiomas, yoga, música, fotografía y teatro. En centro está abierto a la comunidad, a todo “aquel que tenga algo que aportar”, y todos los lunes, desde su apertura, se celebra una asamblea organizativa.

   Otro hecho determinante para el barrio libertario fue el asesinato del joven Alexandros Grigoropoulos, quien con apenas 15 años, fue asesinado por dos disparos de un policía, el 6 de diciembre de 2008. El episodio se produjo durante una concentración antifascista, luego de que el pequeño le gritara “madero, cerdo asesino” (frase común de los jóvenes de Exarchia para con los represores) al policía que no dudó en fusilarlo. Producto de este hecho Exarchia se volvió un caos durante días donde tampoco cesaron los disturbios que tuvieron un alcance nacional -los mayores de la historia de Grecia-. A partir de entonces, cada 6 de diciembre se conmemora al joven Grigoropoulos con grandes disturbios en el barrio y bajo el lema ‘Ni olvido Ni perdón’.



Recuadro en conmemoración al compañero asesinado, Alexandros Grigoropoulos.


   La muerte de este pequeño provocó la extensión masiva de las asambleas de barrio por toda Grecia. Tras el asesinato hubo semanas de revuelta (en concordancia con ausencia de reivindicaciones por medio de la estructura política, o sea reformas) y ocupaciones que fortalecieron a la organización independiente barrial. Desde 2009 las asambleas se prolongaron más allá de las semanas de revuelta o los momentos más álgidos, contribuyendo a la creación colectiva de alternativas alejadas del universo parlamentario de los partidos y políticos. Si bien las asambleas que funcionaron durante estos años han sido muy numerosas, sólo cuatro han persistido de forma permanente en todo el territorio. Las restantes reaparecen durante las etapas críticas de la economía griega, pudiendo llegar a más de cuarenta. Exarchia es el foco principal de las manifestaciones, movimientos okupas y alternativos de modo de vida social.

   El rechazo hacia la casta política es muy evidente. Por ejemplo, en este año, el exministro financiero de Grecia, Yanis Varoufakis, sufrió un ataque ocasionado por pasamontañas portadores (del griego “Koukouloforoi”) mientras comía en un restaurante del barrio.

   Actualmente en Exarchia la policía no patrulla, ya que desde la muerte del joven Alexandros en 2008 se creó una especie de frontera invisible que limita la intromisión de los efectivos de seguridad, aunque los agentes antidisturbios vigilan día y noche los alrededores de la zona autogestionada. En caso de pretender ingresar al barrio, automáticamente se producen enredadas con los anarquistas. Para los altos funcionarios de las fuerzas del orden Exarchia es “el ojo del huracán de los conflictos sociales” a causa del gran activismo, la irrenunciable agitación política y el ambiente revolucionario que se vive puertas adentro de este barrio alternativo.
 


El rechazo a la policía represora se reproduce también mediante grafitis y murales.


   La lucha contra el narcotráfico es tarea exclusiva del conjunto de los vecinos. Si bien se avanzó en la expulsión de narcotraficantes y prácticamente desapareció la venta de heroína, la realidad es que la droga continúa comercializándose. Es una lucha compleja, donde los vecinos se autoorganizan porque no aceptan la ayuda del aparato estatal (gran aliado del narcotráfico, valga la redundancia y contradicción). Por otro lado, la marihuana sí es socialmente aceptada, por lo que es común ver en las plazas a gente fumándola.
 
   Una curiosidad con respecto a Exarchia es que la primera sede de Syriza, el partido de izquierda reformista que actualmente gobierna Grecia, se constituyó aquí. Por ende, Syriza se fundó en Exarchia. Hoy por hoy, lejos de Syriza y las opciones partidarias, Exarchia se presenta como la resistencia a la austeridad. Otra curiosidad es la existencia intencional de adoquines rotos en las calles ya que son utilizados por los anarquistas cuando se enfrentan a la policía. De hecho, las comisarías, conjuntamente con el edificio del Ayuntamiento y otros símbolos del capitalismo como los bancos, son a menudo atacados por los jóvenes activistas antifascistas.

   La esencia del barrio libertario se basa en la solidaridad (una sensación de autocuidado de unos a los otros) y la autogestión como herramienta práctica alternativa al sistema dominante y medio para la satisfacción de las necesidades de los vecinos. Exarchia también es un centro por excelencia del arte urbano, social, que tiene exposiciones y muestras al aire libre a diario. Es un barrio rico en cultura, tanto intelectual como artística e ideológica. La presencia de anarquistas, socialistas, antifascistas, punks, otros radicales y activistas sin orientación definida, es un buen argumento para sostener que la semilla de la revolución griega puede germinar desde este rincón:
 
Exarchia, la capital anarquista de Atenas.
 
Pintada antifascista en Exarchia.