La definición de Anarquía contenida por enciclopedias y páginas webs tiene su origen en la difundida por la RAE (Real Academia Española), que considera a este concepto como ‘caos y desorden social producidos por la falta de una autoridad o poder público’. Asimismo, la mediatización que se hace del término percibe esta forma de precisar a la Anarquía, por lo que es representada por medio de momentos violentos, procesos de desorganización o periodos caóticos presentes en una sociedad a causa de una acefalía estatal.
Para discernir de la concepción impuesta culturalmente, la que es reproducida a
diario por los medios masivos de comunicación en todo el mundo, es menester analizar
con suficiente atención la génesis etimológica de la palabra. Dicha comprensión
contribuirá al conocimiento de las bases del concepto, desde las cuales podremos
posicionarnos en condiciones de producir genuinas definiciones, independientes
de las influencias tendenciosas y malintencionadas, y en pos de una necesaria y
más imparcial interpretación posible.
Origen
El gobierno al que se refiere ‘arkhos’ es aquel que se
encuentra legitimado por la naturaleza (para los griegos, el ‘physis’), y cabe
destacar que esta aprehensión de lo natural incluye además a lo divino o
sobrenatural. No obstante, ‘arkhos’ diferencia al gobierno legitimado
naturalmente o por acción divina del que se constituyó mediante el ‘nomos’ (las
leyes del hombre), quien a su vez se relaciona originalmente con el vocablo ‘kratos’,
que se desprende de ‘cracia’ (de donde surgirá sucesivamente el término
democracia). Entonces se pueden considerar dos agrupamientos de palabras que se
referencian con las raíces etimológicas ‘arkhos’ y ‘kratos’:
- Monarquía, oligarquía y jerarquía, entre otras, son variantes con raíz en ‘arkhos’.
- Democracia, aristocracia y burocracia surgen de ‘kratos’ -cracia-.
Del primer grupo, es muy importante considerar a la
jerarquía, ya que es la abstracción clave para el entendimiento del concepto
Anarquía. Para dirigirse a la jerarquía, en el griego se emplea el término ‘hieros’
(sagrado), por lo que se termina conformando la construcción gramatical “gobierno
de lo sagrado”, que trata de una afirmación para identificar al gobierno
eclesiástico, de estructura netamente verticalista. Es por eso que a la
jerarquía se la asocia con las ideas de verticalidad (en oposición a la
horizontalidad), prestigio (supone que existen escalas de menor jerarquía) y
superioridad (capacidad de sobreponerse a los rangos inferiores), y se cree que
te concede el privilegio de ser obedecido y respetado, como si la condición jerárquica
convirtiera a la persona en una cuestión sagrada e incuestionable. Esta expresión
de poder no sólo es propia de los gobiernos, sino que también se desarrollan en
organizaciones de distintos fines, empresas, partidos políticos e instituciones
educativas por ejemplos, lo que demuestra que la presencia de jerarquías es una
cuestión sumamente naturalizada en nuestro sistema de vida, y por eso la organización es verticalista.
Estas formas de comprender a la Anarquía como horizontalidad y antiautoritarismo, si bien las podemos hallar en pensadores, teóricos y organizaciones que la han llevado a la práctica a lo largo de la historia, en su mayoría fueron plasmadas en hechos sociales, procesos, personas y sociedades de la contemporaneidad post-Revolución Industrial. No obstante, también la encontramos en la Antigua Grecia, desde donde hemos partimos para analizar el origen de la palabra. La interpretación a citar es propia del mayor exponente anarquista de la Antigua Grecia, Zenón de Citio (342 o 333-262, 267 o 270 a.C.). Éste pensador nacido en Creta y fundador de la escuela estoica, propuso una comunidad libre sin gobierno, que sirvió de oposición al planteo utópico-estatista de Platón.
Zenón |
Es interesante la cantidad de coincidencias entre el pensamiento milenario de Zenón y el de pensadores anarquistas contemporáneos, con respecto a las supresiones del Estado, de las jerarquías, la moneda (hoy, supresión del salario), de las fronteras y, como variable determinante para el objeto en cuestión, de la no presencia del caos y desorden en la idea de Anarquía. La caracterización conceptual la da implícitamente porque no llega a utilizar el término tal cual es (la falta de documentos impide precisar su uso o no), aunque esto no ocurrirá hasta el año 1840 cuando Pierre Joseph Proudhon la emplee en su obra “¿Qué es la propiedad? Es decir, “Anarquía” literalmente se usó por primera vez hace apenas 175 años.
Como se puede apreciar desde el plano etimológico y disponiendo de las ideas de Zenón, la Anarquía en su significación originaria no incluye al caos y no presume de desorden explícito, más bien constituye la falta de una autoridad superior con capacidad de ordenamiento social. Quizás la imaginación de una sociedad sin un Estado o gobierno que la regule (supuesto contrario a los intereses de las clases dominantes) sea el hecho por el que se difunda que el caos es inevitable en caso de que no exista un poder central que delegue autoridad, leyes, responsabilidades y decisiones para garantizar el orden en un conjunto de personas diferentes entre sí. Pero existen casos concretos donde se refleja que la falta de estructuras jerárquicas de poder no necesariamente conduce a un desorden.
¿Por qué no pensar a la Anarquía como un orden? Si es la Anarquía el orden natural de los individuos.
La Anarquía puede ser entendida como el Orden sin Autoridad. |