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sábado, 5 de marzo de 2016

"No es uno, es toda la institución"





Autor: Gonze.




Balas van, balas vienen.

Atraviesan cuerpos, atraviesan sienes.

Marcan un inicio, marcan un final.

Experiencia práctica de vigilar y castigar.



Usan chalecos, se protegen.

Abusan de su autoridad, siempre.

Disciplina para los antiautoritarios.

Protección para los parlamentarios.



Son cómplices de la trata.

Proxenetas por vocación.

Amantes de la transfobia.

Expertos de la violación.



Su máxima es mantener el orden.

Su debilidad, apresar agitadores.

Se gradúan en criminalizar,

Aprehender y otras voces, callar.



Sin ellos, el Estado desaparecerá.

Un mundo libre, se gestará.

Donde las oscuras prisiones de hoy,

En alegres escuelas se convertirán.



Poseen licencia para asesinar.

Te amenazan con encarcelar.

No caigas en su provocación.

No es uno, es toda la institución.

jueves, 18 de febrero de 2016

Protocolo Antipiquetes: Se profundiza el modelo de represión y criminalización de la protesta social




   En el día de ayer se llevó a cabo la reunión del Consejo de Seguridad Interior (CSI) en la ciudad turística rionegrina de Bariloche. El encuentro, al que asistió y dio apoyo gran parte de los ministros de Seguridad de todo el país, fue encabezado por la ministra de Seguridad de la Nación, la tan polémica Patricia Bullrich.

   Allí se aprobó el “protocolo de actuación de las fuerzas de seguridad en manifestaciones”. Esto significa un gran retroceso en materia de derechos humanos y libertades democráticas de la población porque limitará al máximo el libre uso de la protesta social y, como contracara a ello, se les permitirán a las fuerzas represivas del orden una serie de acciones que ameritan, como mínimo, el repudio de las clases populares.


Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de Argentina.
   El protocolo, que viola hasta la mismísima Constitución Nacional, priorizará el orden público (en este caso, la libre circulación de personas y transportes por las vías de comunicación terrestre), por encima de la integridad física de los manifestantes. En otras palabras, se dará rienda suelta a la represión contra quienes corten una calle “sin haber dado un previo aviso del piquete” a las autoridades competentes.


   Por otro lado, a partir de ahora los agentes represores del Estado no estarán exentos de usar el arma de fuego en medio de una protesta y tampoco se verán obligados a utilizar el uniforme reglamentario ni a llevar consigo identificación alguna, por lo que sus facultades y libertades para abusar de su autoridad, aumentarán de manera intolerable para el pueblo.

   Desde ahora y en más, será la policía quien decida si una persona se encuentra cometiendo un delito o no. Acciones tales como prender fuego en la vía pública o en un piquete, y el hecho de llevar pirotecnia o algún elemento químico pueden ser consideradas como delito y quien “delinca”, encarcelado a la brevedad.

   Por último, los periodistas que pretendan cubrir una manifestación, tendrán que acatar las restricciones del lugar que decidan los represores. Por este motivo, su labor se verá seriamente afectada a causa de este protocolo que, vale aclarar, ni siquiera fue motivo de discusiones en el Parlamento argentino, cuestión por la que implica un rotundo atropello a la Democracia que los políticos dicen defender en sus discursos.

   Este protocolo profundizará el modelo de represión, criminalización de la protesta social y censura que viene imponiendo el gobierno macrista desde su asunción en el poder. Son millones, en su mayoría quienes respaldaron a estos políticos con su voto, quienes justifican cada medida reaccionaria, cada despido, cada desalojo y cada reprimido por esta nefasta gestión. Ellos también serán responsables de las muertes que ocasionarán Mauricio Macri, Patricia Bullrich, María Eugenia Vidal, Cristian Ritondo, Horacio Rodríguez Larreta y todo el aparato represivo de Argentina.



sábado, 30 de enero de 2016

"Jamás sea represor"




Autor: Gonze.



Siervos del Estado.

Mulos del patrón.

Practicantes de la represión.

Ellos, son.



Obreros con oficio.

Explotados por el capital.

Oprimidos por la clase hegemónica.

Ellos, no son.



Y ahí van,

Acumulando manchas.

Llevándonos pibas y pibes.

Gatillo fácil y criminalización.



Infiltrados en la sociedad.

Preparados para reaccionar.

En defensa de los de arriba.

Por tres monedas y andar.



Por eso compañera, nunca sea

Ni policía ni reaccionaria.

Por eso compañero, nunca sea

Ni policía ni reaccionario.



Agarre un libro.

Imagine un mundo mejor.

Luche por éste.

Jamás sea represor.



 

jueves, 24 de diciembre de 2015

"Los gobiernos pasan, la represión queda"




Autor: Gonze.




Estado, gobiernos, represión y sistema capitalista.

Bebé, pañales, mierda y padre.



El Estado es el bebé.

Hijo macho único, dominador y egoísta.

Fruto de las relaciones entre las dos partes.

A priori de amor, pero que se vuelven de opresión.



Los gobiernos son como los pañales.

Su uso es temporal y se cambian permanentemente.

Los hay de muchos colores, ideologías y culturas.

Bajan línea pero no se hacen cargo de la mierda.



La represión es esa mierda.

Proviene desde lo más profundo del Estado.

Estará siempre presente, hasta la muerte de ese engendro.

No la ejecuta un gorra, sino toda la institución.



El sistema capitalista es el padre.

Quien engendra al Estado.

Quien producirá por siempre represión,

Y necesitará de gobiernos para existir.



Hay que erradicar la mierda.

Es inútil matar sólo al bebé que la produce.

Hay que destruir al padre del bebé.

Es menester matar al que se reproduce.



Los gobiernos pasan.

La represión queda.

Los pañales se usan.

La mierda queda.



jueves, 26 de noviembre de 2015

La Intervención Social del Estado y sus instrumentos




   El Estado, como estructura conservadora de poder e institución vertical, dispone de un conjunto de herramientas cuyo uso permanente permite su existencia continua. Uno de esos elementos es el sufragio, por lo general, universal y obligatorio. Éste legitima, cuestión no menor, pero no contempla los requerimientos suficientes como para promover el mantenimiento del Estado.

   La ISE (siglas que corresponden a la Intervención Social del Estado), se presenta como el conjunto dinámico de intervenciones activas que lleva a cabo el aparato estatal, las cuales se encuentran estratégicamente dirigidas a la regulación del mercado de trabajo, y con ésta, controlar la cuestión macroeconómica del país. La ISE busca modificar las condiciones de vida de la población o de algún grupo de ella en particular mediante la concreción de políticas sociales, demográficas y laborales; y, a su vez, determinar la configuración económica de la región.

   Éste tipo de dinamismo, por cierto muy eficaz para con sus objetivos, acciona a través de distintos mecanismos de intervención estatal para con la sociedad. El empleo o no de estos instrumentos depende concretamente del tipo de modelo de crecimiento económico (en otras palabras, de acumulación capitalista bajo un sistema productivo de tipo capitalista) optado por la clase política que gobierna el periodo determinado en cuestión.

Durante el Neoliberalismo, el Estado sigue teniendo un rol activo (negativo).
   Uno de los mecanismos consta de la Política Laboral, que a su vez presenta dos dimensiones. Por un lado, la Legislación del Trabajo por la que se establecen, relación tripartita de actores (negociación colectiva entre Estado, sindicato y representantes de la burguesía) por medio, condiciones referidas al ámbito laboral, reglamentación y reformas sobre contratación y despido -directo, con causa justa o por negociación-, y la legislación laboral procede a estabilizar las relaciones de poder entre Capital (empresarios) y Trabajo (trabajadores). La segunda dimensión del instrumento Política Laboral tratan de las Medidas de Política del Trabajo que se toman para regular las condiciones, características y orientaciones de la Oferta de fuerza de trabajo, su distribución por sectores, la conformación de incentivos que contribuyan a un aumento o una reducción de la movilidad geográfica de los trabajadores y la capacitación profesional en el lugar de trabajo.

   Un segundo instrumento de Intervención Social del Estado es la Provisión de bienes, servicios y transferencias. Su utilización es fundamental para el Estado, quien por medio de éste administra los recursos económicos obtenidos por la recaudación tributaria, y los destina a la ejecución de programas concernientes al sistema de salud, a la educación pública y planes de vivienda; además como apoyo económico a la población mediante subsidios y otras transferencias financieras que beneficien al consumo interno. La Provisión de BST adapta el volumen y calidad de la fuerza de trabajo a lo pretendido por las patronales; es responsable de efectuar una redistribución del ingreso, y también incide sobre las tasas de participación.

   Otro instrumento es el Sistema de Seguridad Social, el cual se encarga de proveer un ingreso mínimo a los trabajadores que atraviesan situaciones de desempleo, vejez o enfermedades que dificultan la actividad laboral. A diferencia de la Provisión de BST, la Seguridad Social fue constituida y hoy es solventada por la población asalariada. Establece  límites a la Oferta de fuerza de trabajo, reduciéndola mediante los sistemas de jubilación, por lo que la regula en cuanto a volumen, y además condiciona las referencias salariales básicas sobre las que se reproducen las disputas de intereses entre Capital y Trabajo.

La represión es fundamental para la existencia del Estado.
   Por último, la Represión se presenta como una forma extrema de reducir la conflictividad social. El Estado tiene a su servicio el monopolio ‘legítimo’ (y legal bajo sus leyes) de la violencia física sobre las personas, motivo por el cual cuenta con una amplia estructura militar/policíaca encargada de controlar la agitación social, criminalizar la protesta, erradicar la subversión y regular la Oferta de fuerza de trabajo. La Represión no sólo está presente en regímenes autoritarios sino que todos los Estados del mundo la aplican en el día a día.


   Existen diversos medios por los cuales el Estado influye, condiciona o determina aspectos fundamentales para el funcionamiento de una sociedad. La Intervención Social del Estado constituye la más importante dinámica intervencionista, ya que a través de ella se logra reducir paulatinamente el conflicto entre los grupos sociales e intervenir activamente para alcanzar soluciones pacíficas a las demandas e intereses contrapuestos de las clases, evitando así, estallidos, revueltas populares y procesos sociopolíticos revolucionarios que pongan en jaque la existencia del sistema centralizado administrador de las relaciones sociales de poder: el Estado.