En los últimos años, Nigeria ha superado en materia de
producción económica y comercio internacional a Sudáfrica, posicionándose así como
la primera economía africana. Posee grandes reservas de petróleo, tiene en
Lagos -su capital- a uno de los centros financieros más importantes del
continente africano, es el país con la mayor población de la región y poderío
militar.
Sin embargo, que sea el país más poderoso de África no implica
que su población goce de un bienestar económico, social, político y cultural;
lejos de alcanzarlo, desde 2009 el país se ve sumergido en una crisis producida
por la inseguridad política y social que el grupo extremista islámico Boko
Haram provoca a partir de sus insurgencias armadas, la falta de respuesta del
gobierno central, la ineficacia del Ejército para contrarrestar los ataques y
la desigualdad económica que existe entre la necesitada región norte (donde
opera Boko Haram) y la ociosa región sur, donde se concentran los pozos petroleros,
las refinerías y el empleo formal. De hecho, el 70% de la población vive bajo
la línea de la pobreza.Paralelamente a estos problemas, aparecen dos nuevos factores que comprometen aún más la situación de los habitantes nigerianos. Por un lado, el resurgimiento del fascismo, que supo establecerse en el poder hasta 1999, que se presenta como la salida más viable para terminar con los extremistas wahabistas; y por el otro, el interés geopolítico estadounidense de obtener petróleo barato de las reservas que posee Nigeria.
Insurgencia Islamista: ¿Qué es Boko Haram y qué fines persigue?
Boko
Haram (que en traducción del Hausa significa “la
educación occidental está prohibida”) es un grupo terrorista de ideología salafista/wahabista
fundado por su primer líder hasta julio de 2009, Ustaz Mohammed Yusuf, en la
localidad de Maiduguri -Estado de Borno- en el año 2002. Posee su sede en
Kanamma –Estado de Yobe-, y actualmente es liderado por Abubakar Shekau.
El objetivo de la organización es imponer la Sharia -ley
islámica, código de justicia formal basada en el Islam- tras acceder al
gobierno. Para implantarla emplea métodos brutales que van desde atentados,
secuestros, ataques coordinados y hasta ataques suicidas.Símbolo de Boko Haram |
Su brazo mediático es el medio de difusión Al Urwa al Wuthqa, por donde la organización difunde imágenes, videos o audios con amenazas o juramentos. Por su parte, el medio de financiación es el azafage (un sistema caritativo entre musulmanes) y también los robos que ejercen sobre los pueblos a los que diezman.
Boko Haram trata del Yihadismo más radical del mundo, luego de los que operan en Afganistán y Pakistán.
ATAQUES
Desde 2009 que sus macabras apariciones se multiplicaron,
ocasionando miles de víctimas. En los últimos dos años el grupo terrorista
apuntó a las instituciones educativas y a las mujeres jóvenes como sus blancos
preferidos. Tal vez el episodio más conocido a nivel internacional haya sido el
“secuestro de Chibock” producido el 14 de abril de 2014, cuando Boko Haram se
llevó cautivas a 223 niñas de una escuela de aquella localidad, de las cuales
53 pudieron escapar a los pocos días (una de las niñas que escapó, narró que
los terroristas violaban permanentemente a las rehenes y que las obligaban a
convertirse al Islam amenazándolas con degollarlas, de oponerse).
Por este hecho, todas las escuelas del Estado de Borno
permanecieron cerradas, durante meses.
Niñas secuestradas de la escuela de Chibock, el 14 de abril de 2014. |
El 5 de mayo siguiente, mientras Boko Haram atacaba la
localidad de Gamboru, el líder Abubakar Shekau, a través de una grabación,
condecoró el secuestro y afirmó haber vendido a las niñas a sus futuros esposos
en el mercado negro por unos cuantos dólares. Al mismo tiempo exigió a las
autoridades nigerianas que prohíban la educación occidental en el norte de
Nigeria, y que todas las niñas abandonasen el colegio para automáticamente
casarse.
Como respuesta a los secuestros perpetrados por Boko Haram, el
conservador instituto islámico egipcio Al Azhar advirtió que los secuestros son
contrarios a “las esencias del Islam y sus principios de tolerancia”, deslegitimando
el accionar de la organización islamita.Pese a que 2014 fue de terror para los civiles, el punto máxime de la violencia del grupo fue alcanzado durante enero de este año, cuando el grupo desarrolló la ofensiva más letal hasta la fecha. Gracias a las imágenes satelitales que brindaron Amnistía Internacional y Human Rights Watch, se pudieron visualizar las destrucciones completas de las aldeas de Baga y Doron Baga en el noroeste de Nigeria, producto de los incendios que causaron 2.000 muertos y pérdidas económicas totales para los habitantes que sobrevivieron (3700 construcciones canonizadas), en apenas una semana. Los sobrevivientes, que se calculan en 13.000, fueron desplazados hacia las islas del Lago Chad, aunque muchos murieron ahogados al tratar de huir. Pese a los esfuerzos de varias organizaciones internacionales por encontrarlos, otros muchos aún no fueron hallados.
Cientos de cadáveres canonizados tras la masacre en las aldeas de Baga y Doron Baga. |
Según estimaciones del gobierno nigeriano, desde la insurrección armada islámica que comenzó en 2009, alrededor de 11.000 personas han sido víctimas mortales de sus ataques, y medio millón desplazados hacia el sur de Nigeria o a los países limítrofes de Chad, Níger o Camerún. No obstante, según organizaciones de derechos humanos y la ONU, las cifras podrían ser muy superiores.
JURAMENTO DE LEALTAD AL ESTADO ISLÁMICO
El líder Abubakar Shekau, ha jurado lealtad al califa
Ibrahim, nombre con el que se conoce al iraquí Abubaker al Bagdadi, máximo
responsable de ISIS -Estado Islámico (EI)-, máximo grupo yihadista, que recibió
apoyos en su formación del MOSSAD israelí y preparación militar de combatientes
estadounidenses, y que actualmente controla un amplio territorio entre el
noreste de Siria y el noroeste de Irak. En un audio que dura ocho minutos y veinte
segundos, y que la Fundación Al Urwah al Wuthqa subió a la red, Shekau da su
“bayah” -juramento de lealtad- al califa Ibrahim, al que jura “escuchar y
obedecer en lo fácil y en lo difícil”, tanto en aquello “que les agrade como en
lo que les desagrade”, y finaliza llamando a todos los musulmanes a hacer lo
mismo.
Boko Haram y el Estado Islámico comparten ideología
(salafismo/wahabismo) y los métodos terroristas para ejercer dominio. Sin
embargo, el poder mediático, recursos militares y territorios controlados
difieren en grandes magnitudes entre ellos.
La adhesión de Boko Haram al dictado del califa Ibrahim
recuerda a la unión del grupo terrorista somalí Al Shabab a Al Qaeda central en
2012, aunque las disputas internas de Al Shabab provocaron la anulación de la
unión por parte del entonces líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden. Actualmente,
sí operan conjuntamente en Somalía y alrededores.La estrategia estadounidense: Ganancias por venta de armas y compra del crudo barato
Según el análisis que presentó en un artículo de la revista Foreign Policy, el experto en historia militar de aquel país e investigador nigeriano Max Siollun, plantea la estrategia que practica el gobierno de Estados Unidos para poder explotar la compra de petróleo, necesario y vital para su economía que viene decayendo desde la crisis financiera de 2008, a precios bajos y presionando a un gobierno nigeriano débil que enfrenta conflictos internos y externos. Para Max Siollun, basta con analizar el destino de las armas provenientes de Norteamérica para entender sus intereses.
Integrantes de Boko Haram luciendo armamento de origen estadounidense. |
En el año 2006, Estados Unidos adquirió más de un millón de barriles al día provenientes de Nigeria. Desde entonces, el nivel de adquisición se mantuvo contante. El crudo representa el 90% de los ingresos de Nigeria y el 75% del total por exportaciones al mundo. Se calcula que las reservas equivalen a 36.200 millones de barriles, de los cuales se extraen diariamente unos cuatro millones. La caída del precio del “oro negro” que se viene produciendo hace varios meses, está afectando notablemente a la zona sur del país, donde se concentra la extracción petrolífera y la burbuja financiera del país.
Ante Boko Haram y la dependencia en el crudo, el
resurgimiento del fascismo en Nigeria
Goodluck Jonathan |
Los candidatos a presidente son el actual jefe de Estado Goodluck Jonathan, del Partido Demócrata (cristiano de 57 años oriundo del Estado sureño de Bayelsa, que llegó al poder tras la muerte del ex presidente musulmán Umaru Yar’Adua, y que ostenta el cargo desde 2010); y el aspirante de la coalición opositora Muhammadu Buhari (un conservador musulmán de 72 años, que fue presidente de facto entre 1983 y 1985, y que perdió las últimas elecciones, en 2011).
Muhammadu Buhari |
Él representa el resurgimiento del fascismo en territorio nigeriano. Posee amplio apoyo de las poblaciones del norte pobre, y permanentemente denuncia la ineficacia del gobierno de Jonathan, para combatir a Boko Haram.
Sus propuestas en la candidatura dejan en claro que en pocos meses acabaría con la organización islámica, y es férreo su compromiso a reducir la dependencia del país en el crudo, desarrollando otras áreas de la industria, para eliminar la enorme brecha que divide al país entre ricos y pobres. Hace unos meses, dijo por CNN que “confía en la capacidad del Ejército nigeriano para liquidar a la secta”.
En medio de protestas sociales contra el actual presidente
Jonathan, la figura del dictador Muhammadu Buhari se enaltece, y los primerizos
sondeos electoralistas lo dan como triunfador. La gente pobre, oye en el
fascismo el discurso que necesita oír. La esperanza del pueblo nigeriano en
alcanzar “Unidad y fuerza, paz y trabajo” como bien lo especifica su lema, se
acentúa en aquel dictador.
28 de marzo llegará, los gobernantes pasarán. Boko Haram ya
asesinó a miles de personas. Según la Organización de Naciones Unidas son más
de 1.000.000 los desplazados del terror (el doble de lo estimado por el
gobierno de Goodluck Jonathan). Estados Unidos continúa con su especulación
financiera, colaborando con los terroristas a los que luego ataca en nombre de
la Paz. El resto del mundo, sin conocer la situación por la que atraviesan los
casi 150.000.000 de nigerianos.