viernes, 13 de marzo de 2015

Nigeria: Entre la insurgencia islamista, la estrategia estadounidense por su petróleo y el resurgimiento del fascismo




   En los últimos años, Nigeria ha superado en materia de producción económica y comercio internacional a Sudáfrica, posicionándose así como la primera economía africana. Posee grandes reservas de petróleo, tiene en Lagos -su capital- a uno de los centros financieros más importantes del continente africano, es el país con la mayor población de la región y poderío militar.
   Sin embargo, que sea el país más poderoso de África no implica que su población goce de un bienestar económico, social, político y cultural; lejos de alcanzarlo, desde 2009 el país se ve sumergido en una crisis producida por la inseguridad política y social que el grupo extremista islámico Boko Haram provoca a partir de sus insurgencias armadas, la falta de respuesta del gobierno central, la ineficacia del Ejército para contrarrestar los ataques y la desigualdad económica que existe entre la necesitada región norte (donde opera Boko Haram) y la ociosa región sur, donde se concentran los pozos petroleros, las refinerías y el empleo formal. De hecho, el 70% de la población vive bajo la línea de la pobreza.

   Paralelamente a estos problemas, aparecen dos nuevos factores que comprometen aún más la situación de los habitantes nigerianos. Por un lado, el resurgimiento del fascismo, que supo establecerse en el poder hasta 1999, que se presenta como la salida más viable para terminar con los extremistas wahabistas; y por el otro, el interés geopolítico estadounidense de obtener petróleo barato de las reservas que posee Nigeria.

 
 

Insurgencia Islamista: ¿Qué es Boko Haram y qué fines persigue?

 

   Boko
Símbolo de Boko Haram
Haram (que en traducción del Hausa significa “la educación occidental está prohibida”) es un grupo terrorista de ideología salafista/wahabista fundado por su primer líder hasta julio de 2009, Ustaz Mohammed Yusuf, en la localidad de Maiduguri -Estado de Borno- en el año 2002. Posee su sede en Kanamma –Estado de Yobe-, y actualmente es liderado por Abubakar Shekau.
   El objetivo de la organización es imponer la Sharia -ley islámica, código de justicia formal basada en el Islam- tras acceder al gobierno. Para implantarla emplea métodos brutales que van desde atentados, secuestros, ataques coordinados y hasta ataques suicidas.

   Su brazo mediático es el medio de difusión Al Urwa al Wuthqa, por donde la organización difunde imágenes, videos o audios con amenazas o juramentos. Por su parte, el medio de financiación es el azafage (un sistema caritativo entre musulmanes) y también los robos que ejercen sobre los pueblos a los que diezman.

   Boko Haram trata del Yihadismo más radical del mundo, luego de los que operan en Afganistán y Pakistán.

ATAQUES
   Desde 2009 que sus macabras apariciones se multiplicaron, ocasionando miles de víctimas. En los últimos dos años el grupo terrorista apuntó a las instituciones educativas y a las mujeres jóvenes como sus blancos preferidos. Tal vez el episodio más conocido a nivel internacional haya sido el “secuestro de Chibock” producido el 14 de abril de 2014, cuando Boko Haram se llevó cautivas a 223 niñas de una escuela de aquella localidad, de las cuales 53 pudieron escapar a los pocos días (una de las niñas que escapó, narró que los terroristas violaban permanentemente a las rehenes y que las obligaban a convertirse al Islam amenazándolas con degollarlas, de oponerse).
   Por este hecho, todas las escuelas del Estado de Borno permanecieron cerradas, durante meses.
 
Niñas secuestradas de la escuela de Chibock, el 14 de abril de 2014.
 
   El 5 de mayo siguiente, mientras Boko Haram atacaba la localidad de Gamboru, el líder Abubakar Shekau, a través de una grabación, condecoró el secuestro y afirmó haber vendido a las niñas a sus futuros esposos en el mercado negro por unos cuantos dólares. Al mismo tiempo exigió a las autoridades nigerianas que prohíban la educación occidental en el norte de Nigeria, y que todas las niñas abandonasen el colegio para automáticamente casarse.
   Como respuesta a los secuestros perpetrados por Boko Haram, el conservador instituto islámico egipcio Al Azhar advirtió que los secuestros son contrarios a “las esencias del Islam y sus principios de tolerancia”, deslegitimando el accionar de la organización islamita.

    Pese a que 2014 fue de terror para los civiles, el punto máxime de la violencia del grupo fue alcanzado durante enero de este año, cuando el grupo desarrolló la ofensiva más letal hasta la fecha. Gracias a las imágenes satelitales que brindaron Amnistía Internacional y Human Rights Watch, se pudieron visualizar las destrucciones completas de las aldeas de Baga y Doron Baga en el noroeste de Nigeria, producto de los incendios que causaron 2.000 muertos y pérdidas económicas totales para los habitantes que sobrevivieron (3700 construcciones canonizadas), en apenas una semana. Los sobrevivientes, que se calculan en 13.000, fueron desplazados hacia las islas del Lago Chad, aunque muchos murieron ahogados al tratar de huir. Pese a los esfuerzos de varias organizaciones internacionales por encontrarlos, otros muchos aún no fueron hallados.


Cientos de cadáveres canonizados tras la masacre en las aldeas de Baga y Doron Baga.


   Según estimaciones del gobierno nigeriano, desde la insurrección armada islámica que comenzó en 2009, alrededor de 11.000 personas han sido víctimas mortales de sus ataques, y medio millón desplazados hacia el sur de Nigeria o a los países limítrofes de Chad, Níger o Camerún. No obstante, según organizaciones de derechos humanos y la ONU, las cifras podrían ser muy superiores.



JURAMENTO DE LEALTAD AL ESTADO ISLÁMICO
   El líder Abubakar Shekau, ha jurado lealtad al califa Ibrahim, nombre con el que se conoce al iraquí Abubaker al Bagdadi, máximo responsable de ISIS -Estado Islámico (EI)-, máximo grupo yihadista, que recibió apoyos en su formación del MOSSAD israelí y preparación militar de combatientes estadounidenses, y que actualmente controla un amplio territorio entre el noreste de Siria y el noroeste de Irak. En un audio que dura ocho minutos y veinte segundos, y que la Fundación Al Urwah al Wuthqa subió a la red, Shekau da su “bayah” -juramento de lealtad- al califa Ibrahim, al que jura “escuchar y obedecer en lo fácil y en lo difícil”, tanto en aquello “que les agrade como en lo que les desagrade”, y finaliza llamando a todos los musulmanes a hacer lo mismo.
   Boko Haram y el Estado Islámico comparten ideología (salafismo/wahabismo) y los métodos terroristas para ejercer dominio. Sin embargo, el poder mediático, recursos militares y territorios controlados difieren en grandes magnitudes entre ellos.
   La adhesión de Boko Haram al dictado del califa Ibrahim recuerda a la unión del grupo terrorista somalí Al Shabab a Al Qaeda central en 2012, aunque las disputas internas de Al Shabab provocaron la anulación de la unión por parte del entonces líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden. Actualmente, sí operan conjuntamente en Somalía y alrededores.

 

La estrategia estadounidense: Ganancias por venta de armas y compra del crudo barato


   Según el análisis que presentó en un artículo de la revista Foreign Policy, el experto en historia militar de aquel país e investigador nigeriano Max Siollun, plantea la estrategia que practica el gobierno de Estados Unidos para poder explotar la compra de petróleo, necesario y vital para su economía que viene decayendo desde la crisis financiera de 2008, a precios bajos y presionando a un gobierno nigeriano débil que enfrenta conflictos internos y externos. Para Max Siollun, basta con analizar el destino de las armas provenientes de Norteamérica para entender sus intereses.


Integrantes de Boko Haram luciendo armamento de origen estadounidense.

   Muchos arsenales potentes han llegado a manos de la milicia terrorista de Boko Haram, no así en el Ejército nigeriano (pese a que los funcionarios nigerianos han solicitado la compra de armamento y la ayuda logística a los Estados Unidos y a otras potencias). La colaboración armamentística con Boko Haram es estratégica. Es vital el debilitamiento que está sufriendo el Estado nigeriano, para que termine accediendo al intercambio de petróleo (a precios sumamente bajos) por armamento sobrevalorado.




   En el año 2006, Estados Unidos adquirió más de un millón de barriles al día provenientes de Nigeria. Desde entonces, el nivel de adquisición se mantuvo contante. El crudo representa el 90% de los ingresos de Nigeria y el 75% del total por exportaciones al mundo. Se calcula que las reservas equivalen a 36.200 millones de barriles, de los cuales se extraen diariamente unos cuatro millones. La caída del precio del “oro negro” que se viene produciendo hace varios meses, está afectando notablemente a la zona sur del país, donde se concentra la extracción petrolífera y la burbuja financiera del país.
   Según las proyecciones del Fondo Monetario Internacional, el motor económico nigeriano, que ha sido el que registró mayor estabilidad y crecimiento en el continente durante los últimos 15 años, ha frenado su actividad por el abaratamiento del petróleo y, del crecimiento del 7% previsto para 2015, se reducirá a un 5% como consecuencia del fenómeno mundial.




Ante Boko Haram y la dependencia en el crudo, el resurgimiento del fascismo en Nigeria


   Desde 1999, Nigeria goza de una democracia ininterrumpida, pero cada vez que se dan a conocer los resultados por la Comisión Electoral Nacional, miles de personas mueren asesinadas por opositores y viceversa.
    Las últimas elecciones estaban pactadas para celebrarlas el pasado 14 de febrero, pero fueron pospuestas por el gobierno central para el próximo 28 de marzo, producto de la inseguridad interna que genera el terrorífico Boko Haram.


Goodluck Jonathan


   Los candidatos a presidente son el actual jefe de Estado Goodluck Jonathan, del Partido Demócrata (cristiano de 57 años oriundo del Estado sureño de Bayelsa, que llegó al poder tras la muerte del ex presidente musulmán Umaru Yar’Adua, y que ostenta el cargo desde 2010); y el aspirante de la coalición opositora Muhammadu Buhari (un conservador musulmán de 72 años, que fue presidente de facto entre 1983 y 1985, y que perdió las últimas elecciones, en 2011).

  




 
Muhammadu Buhari
   El general Muhammadu Buhari fue y es acusado de detenciones arbitrarias, ejecuciones sumarias y de prohibir la libertad de expresión, durante su régimen en la década de 1980.

   Él representa el resurgimiento del fascismo en territorio nigeriano. Posee amplio apoyo de las poblaciones del norte pobre, y permanentemente denuncia la ineficacia del gobierno de Jonathan, para combatir a Boko Haram.

   Sus propuestas en la candidatura dejan en claro que en pocos meses acabaría con la organización islámica, y  es férreo su compromiso a reducir la dependencia del país en el crudo, desarrollando otras áreas de la industria, para eliminar la enorme brecha que divide al país entre ricos y pobres. Hace unos meses, dijo por CNN que “confía en la capacidad del Ejército nigeriano para liquidar a la secta”.
 

 
Las protestas sociales se multiplicaron desde la insurgencia armada islamista.


   En medio de protestas sociales contra el actual presidente Jonathan, la figura del dictador Muhammadu Buhari se enaltece, y los primerizos sondeos electoralistas lo dan como triunfador. La gente pobre, oye en el fascismo el discurso que necesita oír. La esperanza del pueblo nigeriano en alcanzar “Unidad y fuerza, paz y trabajo” como bien lo especifica su lema, se acentúa en aquel dictador.
   28 de marzo llegará, los gobernantes pasarán. Boko Haram ya asesinó a miles de personas. Según la Organización de Naciones Unidas son más de 1.000.000 los desplazados del terror (el doble de lo estimado por el gobierno de Goodluck Jonathan). Estados Unidos continúa con su especulación financiera, colaborando con los terroristas a los que luego ataca en nombre de la Paz. El resto del mundo, sin conocer la situación por la que atraviesan los casi 150.000.000 de nigerianos.