En octubre próximo se cumplirán 523 años del primer desembarco
de la flota liderada por el genovés Cristóbal Colón. Ese acontecimiento
marcaría un antes y un después para las culturas ‘precolombinas’ que habitaban
en su tierra, “América”, como denominó al continente la sociedad europea de aquella
época.
Matanzas de indios, esclavización de otros para ser vendidos en el mercado de esclavos; exterminio de pueblos originarios enteros que significó la pérdida de todas sus tradiciones y cotidianeidad; evangelización forzada en nombre de Dios, usurpación de territorios y el robo de recursos naturales y riquezas que no les pertenecían, fueron desarrollados en la práctica desde un pensamiento etnocentrista, por parte de los conquistadores foráneos.
Ya no vivimos en esas épocas macabras, oscuras y sangrientas
para la vida de los pueblos originarios. Sin embargo, su historia pareciera
narrarse tendenciosamente de manera recíproca. Pese a que sus integrantes no
son asesinados en masa ni esclavizados por algún conquistador, se están
muriendo por hambre, son esclavizados por la miseria, y lo que es peor aún, su situación
es desoída o desconocida por la mayoría de la sociedad.Matanzas de indios, esclavización de otros para ser vendidos en el mercado de esclavos; exterminio de pueblos originarios enteros que significó la pérdida de todas sus tradiciones y cotidianeidad; evangelización forzada en nombre de Dios, usurpación de territorios y el robo de recursos naturales y riquezas que no les pertenecían, fueron desarrollados en la práctica desde un pensamiento etnocentrista, por parte de los conquistadores foráneos.
Como hace cinco siglos, pero hoy.
El despojo de la tierra que sufrieron los pueblos
originarios a manos de los conquistadores europeos y por la 'Conquista hacia el Desierto' dirigida por Julio Argentino Roca a fines del siglo XIX, aun se reproduce en la actualidad, aunque ya no se hable de 'conquista'. Aquí en Argentina, las comunidades Qom, Wichí y Mapuche, entre otras, son testigos de esto.
También como hace cinco siglos, pero en 2015, ellas resisten. Utilizan los métodos que tienen a su alcance, como el corte de rutas, la juntada de firmas o el acampamiento en el centro porteño, como experimentaron hace años, y lo hacen hoy en día, Qo.Pi.Wi.Ni.
Desde el 14 de febrero del corriente año, entre las Av. 9 de Julio y Av. de Mayo, en Ciudad de Buenos Aires, se encuentra instalado el acampe ‘Qo.Pi.Wi.Ni’ (Siglas que hacen referencia a las cuatro comunidades en lucha: Qom, Pilagá, Wichí y Nivaclé). Ya en el año 2011 habían acampado durante cuatro meses a la espera de respuestas del gobierno nacional, ante la represión policial sufrida en Formosa, la violación de sus derechos y a la falta de voluntad del gobierno formoseño de discutir la situación para llegar a un acuerdo.
Se mantienen desde hace dos meses gracias a las donaciones de la gente. Como bien lo expresó el qarashé de la comunidad Qom Félix Díaz (referente máximo y portavoz de los reclamos), “por estar mendigando, que no es lo que queremos, pero es lo único que nos queda”. No obstante, los integrantes están dispuestos a acampar el tiempo que sea necesario hasta que reciban respuestas del gobierno nacional, o una entrevista entre Cristina Fernández y Félix Díaz, por la cual ya se lanzó una campaña de fotos por las redes sociales, recibiendo un amplio apoyo popular que luego se tradujo en casi 10.000 firmas que se han conseguido para el petitorio.
RECLAMOS: Las comunidades Qo.Pi.Wi.Ni reclaman que los
gobiernos de la provincia de Formosa y de la Nación les provean información sobre
las obras que están en funcionamiento en los territorios de la comunidad Qom.
Asimismo exigen que se los incluya en la toma de decisiones sobre las mismas. Las
construcciones se están realizando en la comunidad La Primavera, ubicada en el
departamento de Pilcomayo que pertenece a la localidad de Laguna Blanca.
Con respecto a los reclamos, en febrero pasado, Félix Díaz
expresó lo siguiente: "Acampamos en Capital
desde el sábado 14 por la injusticia que sufre nuestra comunidad. Hay mucha
presión del gobierno de Formosa, que avasalla nuestros derechos al introducir
maquinarias en territorio indígena para hacer obras. Queremos que nos informe
de qué se tratan los trabajos, porque no hay siquiera un cartel. Se supone que
son viviendas y reclamamos que nos digan cuáles van a ser las familias
beneficiarias. Para nosotros es importante tener acceso a información para
saber si el proyecto está acorde a las pautas culturales de nuestra
comunidad". Dejando en claro la denuncia contra el Estado y el gobierno de Gildo Insfrán, quienes están
violando los derechos indígenas, al construir complejos de viviendas sin dar a
conocer quiénes serán sus beneficiarios ni respetando las pautas culturales de
la comunidad.