El Estado, como estructura conservadora de poder e
institución vertical, dispone de un conjunto de herramientas cuyo uso
permanente permite su existencia continua. Uno de esos elementos es el
sufragio, por lo general, universal y obligatorio. Éste legitima, cuestión no
menor, pero no contempla los requerimientos suficientes como para promover el
mantenimiento del Estado.
La ISE (siglas que corresponden a la Intervención Social del Estado),
se presenta como el conjunto dinámico de intervenciones activas que lleva a
cabo el aparato estatal, las cuales se encuentran estratégicamente dirigidas a la
regulación del mercado de trabajo, y con ésta, controlar la cuestión macroeconómica
del país. La ISE busca modificar las condiciones de vida de la población o de algún
grupo de ella en particular mediante la concreción de políticas sociales,
demográficas y laborales; y, a su vez, determinar la configuración económica de
la región.
Éste tipo de dinamismo, por cierto muy eficaz para con sus
objetivos, acciona a través de distintos mecanismos de intervención estatal
para con la sociedad. El empleo o no de estos instrumentos depende concretamente
del tipo de modelo de crecimiento económico (en otras palabras, de acumulación
capitalista bajo un sistema productivo de tipo capitalista) optado por la clase
política que gobierna el periodo determinado en cuestión.
Durante el Neoliberalismo, el Estado sigue teniendo un rol activo (negativo). |
Uno de los mecanismos consta de la Política Laboral, que a su vez presenta dos dimensiones. Por un
lado, la Legislación del Trabajo por
la que se establecen, relación tripartita de actores (negociación colectiva
entre Estado, sindicato y representantes de la burguesía) por medio,
condiciones referidas al ámbito laboral, reglamentación y reformas sobre
contratación y despido -directo, con causa justa o por negociación-, y la legislación
laboral procede a estabilizar las relaciones de poder entre Capital
(empresarios) y Trabajo (trabajadores). La segunda dimensión del instrumento
Política Laboral tratan de las Medidas de
Política del Trabajo que se toman para regular las condiciones,
características y orientaciones de la Oferta de fuerza de trabajo, su
distribución por sectores, la conformación de incentivos que
contribuyan a un aumento o una reducción de la movilidad geográfica de los trabajadores y la capacitación profesional en el lugar de trabajo.
Un segundo instrumento de Intervención Social del Estado es
la Provisión de bienes, servicios y
transferencias. Su utilización es fundamental para el Estado, quien por
medio de éste administra los recursos económicos obtenidos por la recaudación
tributaria, y los destina a la ejecución de programas concernientes al sistema de salud, a la educación pública y planes de vivienda; además como apoyo económico a la población mediante subsidios y otras
transferencias financieras que beneficien al consumo interno. La Provisión de BST adapta el volumen y
calidad de la fuerza de trabajo a lo pretendido por las patronales; es responsable de efectuar una redistribución del ingreso, y
también incide sobre las tasas de participación.
Otro instrumento es el Sistema
de Seguridad Social, el cual se encarga de proveer un ingreso mínimo a los trabajadores
que atraviesan situaciones de desempleo, vejez o enfermedades que dificultan la
actividad laboral. A diferencia de la Provisión
de BST, la Seguridad Social fue constituida y hoy es solventada por la población
asalariada. Establece límites a la
Oferta de fuerza de trabajo, reduciéndola mediante los sistemas de jubilación,
por lo que la regula en cuanto a volumen, y además condiciona las referencias
salariales básicas sobre las que se reproducen las disputas de intereses entre
Capital y Trabajo.
La represión es fundamental para la existencia del Estado. |
Por último, la Represión
se presenta como una forma extrema de reducir la conflictividad social. El
Estado tiene a su servicio el monopolio ‘legítimo’ (y legal bajo sus leyes) de la violencia
física sobre las personas, motivo por el cual cuenta con una amplia estructura
militar/policíaca encargada de controlar la agitación social, criminalizar la
protesta, erradicar la subversión y regular la Oferta de fuerza de trabajo.
La Represión no sólo está presente en
regímenes autoritarios sino que todos los Estados del mundo la aplican en el día a día.
Existen diversos medios por los cuales el Estado influye,
condiciona o determina aspectos fundamentales para el funcionamiento de una sociedad. La Intervención
Social del Estado constituye la más importante dinámica intervencionista, ya que a través de ella se
logra reducir paulatinamente el conflicto entre los grupos sociales e
intervenir activamente para alcanzar soluciones pacíficas a las demandas e
intereses contrapuestos de las clases, evitando así, estallidos, revueltas
populares y procesos sociopolíticos revolucionarios que pongan en jaque la
existencia del sistema centralizado administrador de las relaciones sociales de
poder: el Estado.