domingo, 8 de marzo de 2015

8 de Marzo: ¡De memoria, concientización y lucha!





   Desde hace poco más de un siglo que cada 8 de marzo se torna conmemorativo de la fecha 8 de marzo de 1857, cuando un grupo de mujeres trabajadoras de una fábrica textil ubicada en la ciudad de Nueva York fue salvajemente reprimido por la policía estadounidense tras su sublevación con motivo de lucha por la reducción de las exhaustivas jornadas de 12 horas diarias de trabajo sin descanso intermedio, contra los bajos salarios percibidos, y la falta de validación y práctica imposibilitada de la totalidad de los derechos básicos de la mujer. El saldo de dicha masacre fue de 129 mujeres asesinadas por el brazo armado y represor del Estado.
   Al contrario de ello, muchos investigadores sostienen que este día sirve de conmemoración a las más de cien mujeres calcinadas en la fábrica textil Sirtwoot Cotton (también ubicada en Nueva York), supuestamente el 8 de marzo de 1908. Sin embargo, no se puede afirmar que este hecho fuera real ya que no se registran noticias oficiales en los diarios de entonces; y además había sido domingo.
   No obstante, se suele tomar al día como acto homenaje a la memoria de las 146 jóvenes (en su mayoría inmigrantes) víctimas del incendio producido por la propia patronal burguesa dueña de la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist de Nueva York el 25 de marzo de 1911. Éstas trabajadoras se encontraban en huelga por mejoras en sus condiciones de trabajo y de género, como las de 1857.
   Seis días antes de este trágico episodio, el 19 de marzo de 1911, se había celebrado por primera vez el “Día Internacional de la Mujer Trabajadora” con asistencia de millones de mujeres en varios puntos de Europa como Austria, Polonia, Alemania y Dinamarca. La propuesta para que este día se tomara como una festividad internacional fue iniciada por la socialdemócrata alemana Clara Zetkin, líder del movimiento alemán de mujeres socialistas, y presentada en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague-Dinamarca- entre el 26 y 27 de agosto de 1910. Aunque la idea de Zetkin parecía genuina e innovadora, contaba con un antecedente inspirador. El “Women’s Day”, que las socialistas estadounidenses festejaban desde 1908, cuya finalidad era la reivindicación del sufragio universal. No fue hasta el año 1920 cuando lograron que fuera aprobada la Decimonovena Enmienda de la Constitución Estadounidense por la que se les otorgaba a las mujeres, por fin, el derecho al voto.

El hombre debe acompañar y luchar junto a la mujer contra el sistema capitalista patriarcal.
   Pese a no estar determinado el origen “oficial” por el cual se celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, para tal ocasión anual debemos unirnos tantos hombres como mujeres, ancianos y jóvenes para alzar la voz de la igualdad de derechos entre ambos géneros. Esto no significa que el resto del año debemos olvidarnos de la lucha anti-heteronormatividad. Todos los días del calendario deben ser tratados como el 8 de marzo.

   No tenemos que esperar a que la Organización de Naciones Unidas lo dicte (recién en 1977 oficializó el Día Internacional de la Mujer Trabajadora) para aplicarlo en los pueblos. Lo legítimo no necesita ser legalizado por la “justicia” burguesa.

   Aún hoy, y pese a los avances en materia de respaldo por los derechos de las mujeres, en numerosos lugares del planeta, ellas continúan demandando derechos básicos, tales como acceder a la educación, la cultura, el trabajo o la política. Increíblemente, algunos Estados manipulados por las religiones siguen desarrollando un ataque misógino permanente y avalado por la sociedad machista sobre el género femenino, que nos retrotrae a unos cuantos siglos atrás.
   Siguen existiendo países donde pueden llegar a condenar a muerte a una mujer por "adulterio". Culturas que prohíben la socialización de las mujeres y la muestra libre de su cara. Religiones, todas, que hacen creer a las poblaciones devotas que el aborto es el mayor crimen y castigo para la Humanidad, cuando en realidad es una causa de muerte en ascenso entre los adolescentes pobres, producto de la falta de prevención, cuidados médicos y socioeconómicos.



¡Memoria, concientización y lucha!

 


   Porque han sido cientos, miles, millones las mujeres asesinadas por el hombre a lo largo de la historia.
   En todos los países y naciones del mundo, han sufrido el maltrato, el ataque permanente, la violación de sus derechos básicos y humanos.

   Porque en innumerables culturas han sido prostituidas desde rituales de sacrificio y desfloración de niñas vírgenes.

   Fueron perseguidas desde la “cacería de brujas” en la Edad Media, quemadas en hogueras bajo el cargo de “idiotas” determinado por los gobernantes.

   Porque desde hace siglos son condenadas a la maternidad obligatoria y naturalizada en las sociedades patriarcales.

   El hombre las ha tratado como objetos sexuales comerciables, sin identidad propia.

   Por todo ello, las mujeres deben tener memoria. El primer paso a la liberación será recordar y honorificar a quienes cayeron bajo el dominio del Patriarcado.
   La concientización se desarrolla en pos de entender la situación de oprimidas por la que se transita en la cotidianeidad de la actualidad.
   La lucha es el único mecanismo que permitirá la emancipación de las mujeres del rol de explotada por el Estado y por el hombre (burgués y proletario).

 
Ni sumisas, ni devotas, ni invisibles.

   Las mujeres están destinadas a su libertad. Indefectiblemente, lograrán la liberación. Pero el camino es largo; y así como la clase oprimida lucha contra la clase hegemónica dueña del poder y las relaciones de explotación, las mujeres deberán organizarse con el objetivo de destruir al patriarcado. Es una lucha no sólo de género, sino también de clase. La clase oprimida debe arrasar contra el sistema capitalista-patriarcal.
   Los hombres tenemos la responsabilidad y el deber revolucionario de colaborar con la destrucción del sistema patriarcal. Somos nosotros quien lo mantenemos, y pese a que parezca ser el sistema capitalista nuestro único enemigo, el patriarcado también lo es.

   Ninguna mujer detrás del hombre para vencer al capitalismo patriarcal. La mujer al lado del hombre.

¡Viva la mujer que lucha!