23 de Julio de 1872
Marx es un comunista
autoritario y centralista. Quiere lo que nosotros queremos: el triunfo de la
igualdad económica y social, pero en el Estado y por la fuerza del Estado; por
la dictadura de un gobierno provisional poderoso y, por así decirlo, despótico,
esto es, por la negación de la libertad. Su ideal económico es el Estado
convertido en el único propietario de la tierra y de todos los capitales (…)
Nosotros queremos ese
mismo triunfo de la igualdad económica y social por la abolición del Estado y
de todo cuanto se llame derecho jurídico que, según nosotros, es la negación
permanente del derecho humano. Queremos la reconstitución de la sociedad y la
constitución de la unidad humana, no de arriba abajo por la vía de cualquier autoridad,
sino de abajo arriba, por la libre federación de las asociaciones obreras de
toda clase emancipadas del yugo del Estado.
Hay otra diferencia,
esta vez muy personal entre él y nosotros, enemigos de todo absolutismo, tanto
doctrinario como práctico, nosotros nos inclinamos con respeto no ante las
teorías que no podemos aceptar como verdaderas, sino ante el derecho de cada
cual a seguir y propagar las suyas. (…) No es éste el talante de Marx. Es tan
absoluto en las teorías, cuando puede, como en la práctica. A su inteligencia,
verdaderamente eminente, une dos detestables defectos: es vanidoso y celoso.
Karl Marx (Izquierda) - Mijaíl Bakunin (Derecha) |