Este domingo 25 de octubre se desarrollaron las elecciones generales en la República Argentina. Las mismas definieron un escenario de balotaje que determinará al futuro presidente, y también se eligieron diputados nacionales, parlamentarios del Parlasur y gobernadores en 11 provincias, entre otras bancas políticas de menor jerarquía dentro de la estructura burocrática de Estado.
Los resultados provisionales para la nómina presidente-vicepresidente, con el 97,19% de las mesas
escrutadas (es decir, 92.291 de las 94.957 mesas totales), indican los siguientes
valores:
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Daniel Scioli - Carlos Zannini (Frente Para la Victoria -FPV-): 9.002.242
36.86%
·
Mauricio Macri - Gabriela Michetti (Frente Cambiemos): 8.382.610 34.33%
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Sergio Massa - Gustavo Sáenz (Frente Una Nueva Alternativa -UNA-):
5.211.705 21.34 %
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Nicolás del Caño - Myriam Bregman (Frente de Izquierda y de los
Trabajadores -FIT-): 798.031 3.27%
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Margarita Stolbizer - Miguel Ángel Olaviaga (Frente Progresistas): 619.051
2.53%
·
Adolfo Rodríguez Sáa - Liliana Negre de Alonso (Frente Compromiso
Federal): 407.202 1.67%
De izquierda a derecha, los presidenciables ubicados según la cantidad de votos que obtuvieron. |
Con estos resultados, lógicamente irreversibles, se impone
Daniel Scioli del FPV, pero queda lejos del 45% necesario, y tampoco alcanza el
40% con una diferencia superior al 10% sobre la primera minoría encabezada por
Mauricio Macri de Cambiemos, por lo que no triunfa en primera vuelta y,
consecuentemente habrá balotaje el próximo domingo 22 de noviembre.
Durante las PASO, más del 90% de los electores había optado por
candidatos de clara tendencia derechista. La elección que concluyó hace un día,
confirmó la tendencia del electorado a dirimir su voto entre los tres candidatos
con pasado menemista, quienes volvieron a ser los más votados (Daniel Scioli, Mauricio
Macri y Sergio Massa, en ese orden), y que en conjunto concentraron el 92,53%
del total.
El poco menos de 8% restante se completa con una pésima
elección del Frente Progresistas liderado por Stolbizer, que obtuvo 100.000
votos menos que en las PASO, motivo por el que dejó de ser la cuarta fuerza
nacional. Una elección aceptable de la izquierda reformista (FIT), que obtuvo
un buen número de votos (Del Caño alcanzó los 800.000) pero que estuvieron muy
distantes de los vaticinados en los días previos al domingo. Cerrando, en el
último lugar, y con apenas 400.000 votos, se ubicó el puntano Adolfo Rodriguez
Sáa (Compromiso Federal).
Las tres últimas fuerzas no logran constituirse
como alternativas viables dentro de la democracia parlamentaria por el bajo
acompañamiento del electorado que obtienen. Sus porcentajes fueron 3,27%, 2,53%
y 1,67% (FIT, Progresistas y Compromiso Federal, respectivamente), los cuales
se constituyen como cantidades marginales de poca representatividad. Pese a los
bajos números, las tres fuerzas lograron conquistar bancas para diputados
nacionales. La Izquierda obtuvo una banca (por la provincia de Buenos Aires),
mientras que dos fueron para Progresistas (una en Capital Federal y en Santa Fe) y dos para Compromiso Federal (ambas en San Luis).
Participación electoral, voto en blanco y abstención activa
La participación electoral, medida en porcentaje, fue del
80,86%, por lo que se registra un aumento de más de 5% con respecto a las PASO.
De los 32.063.409 electores habilitados, concurrieron a las urnas 25.220.640,
aunque no todos sus votos fueron válidos.
El voto en blanco alcanzó el 2,36% del total (596.028 votos)
en la categoría de presidente-vicepresidente mientras que fue del 7,08%
(1.774.258 votos) en la categoría de funcionarios para el Parlasur, a nivel nacional.
El voto en blanco fue alto en la categoría de diputados nacionales en tres de
los distritos más poblados del país: Buenos Aires (747.411 votos, es decir
7,91%), Santa Fe (168.676 votos, es decir un 8,20%) y Tucumán (136.607 votos,
es decir un 14,68%). Por su parte, en la categoría de presidente-vicepresidente
se anularon 188.663 votos (0,75%) y se impugnaron o fueron recurridos 15.108
(0,06%).
Por último, cabe destacar que la abstención activa
se mantuvo en el nivel de la última elección presidencial, celebrada en el año
2011. El domingo pasado fueron 6.842.769 personas (el 19,14% del padrón total) quienes
se abstuvieron de emitir su voto. El número se redujo de las PASO de agosto,
pero continúa siendo un sector representativo que, correspondiéndose con los
resultados obtenidos por las principales fuerzas, se ubicaría como la tercera,
por encima del Frente UNA de Sergio Massa a quien superaría por más de un
millón de personas. Al mismo tiempo, si se sumasen las abstenciones, los votos
en blanco, las anulaciones e impugnaciones ejercidas a lo largo del territorio nacional, la cantidad de gente que no se sintió
representada por ninguna de las opciones electoralistas y/o por el régimen de
representatividad parlamentaria en sí, llegaría a 7.642.568 que implicaría
alrededor del 23%.
Balotaje
Para sorpresa de gran parte de la población argentina y dejando en evidencia los erróneos cálculos de todos los encuestadores y bocas de urna que, en su mayoría, preveían una victoria en primera vuelta a favor de Daniel Scioli, habrá balotaje (segunda vuelta).
Las elecciones generales del 25 de octubre cambiaron el mapa político del país del cono sur. Mauricio Macri de Cambiemos fue quién más fortalecido salió de la jornada. Sus posibilidades de llegar a la presidencia son tantas que hasta pueden llegar a ser superiores a las de Scioli. Habrá que esperar hasta dentro de poco menos de un mes para conocer quién será el próximo presidente de Argentina.
Mauricio Macri y Daniel Scioli competirán en el balotaje. |